
A simple vista podríamos pensar que esta planta es un cactus, pero está clasificada en la familia de las Liliáceas, en la que se incluyen plantas tan conocidas como el ajo, la cebolla, los lirios, etc. Existen muchas especies de aloe en el mundo pero sólo tres tienen propiedades medicinales. El más utilizado es el comúnmente llamado Aloe vera (Aloe barbadensis). El nombre genérico viene del árabe alloeh que significa “sustancia amarga y brillante” debido al látex color amarillo que corre por sus vasos conductores y vera significa verdadero en latín porque era el más utilizado por sus propiedades medicinales.
Sus hojas crecen en forma de roseta, son gruesas, alargadas y con pinchos en sus márgenes. Cuando la planta es adulta puede alcanzar 1,5 metros de altura. Sus flores tubulares de color amarillo púrpura miran hacia abajo y florece varias veces al año.
Tiene reproducción sexual, mediante la fertilización de sus flores con ayuda de los insectos, y asexual, mediante la formación de pequeños retoños en su base que dan lugar a una nueva planta.
Su hábitat es desértico o semidesértico razón por la que las hojas almacenan mucha agua dándole un aspecto que fácilmente se podría confundir con un cactus.
Las propiedades medicinales del aloe se deben a la acción sinérgica de todos sus componentes. En la actualidad está muy extendido su uso terapéutico, pero hay que poner especial cuidado en la forma en la que se obtiene el gel y el jugo de aloe para que mantenga sus propiedades y no resulte perjudicial para la salud del consumidor.
Propiedades medicinales:
• Desintoxicante: limpia el sistema digestivo eliminando las toxinas procedentes del metabolismo. Así el zumo se puede utilizar para hacer una cura depurativa de primavera que a demás ayudará a revitalizar el organismo y como coadyuvante en tratamientos de control de peso.
• Digestivo: ayuda a mejorar la digestión al limpiar el sistema gastrointestinal y ayuda a regular la flora microbiana, utilizándose en distintos trastornos digestivos como acidez de estómago, úlceras, regulador intestinal, etc, con excelentes resultados. Muy útil en limpieza de colon e intestinos y como prevención de cáncer de colon.
• Estimulante del sistema inmune: ampliamente utilizado en personas que se someten a tratamientos médicos agresivos ayudándoles a recuperar las defensas.
• Gran cicatrizante y regenerador de la piel, utilizándose en caso de úlceras de estómago así como de heridas o quemaduras en la piel. A demás su acción antimicrobiana previene de infecciones en estas zonas más expuestas.
• Hidratante: previene la pérdida de humedad de la piel siendo muy recomendable en lociones corporales, cremas faciales y sobre todo como after sun (protege contra los rayos UV). Al acelerar el proceso de producción de colágeno se utiliza también en cremas faciales antiarrugas.
• Cabello: se utiliza en champús y en acondicionadores, tanto por su propiedad regeneradora e hidratante que ayuda a mantener un pelo más sano y elástico así como por sus propiedades para eliminar impurezas al equilibrar el pH del cuero cabelludo y ayudar en la eliminación de la caspa.
• Antiinflamatorio: torceduras, esguinces o lesiones deportivas, al reducir la inflamación de los músculos tensos. Se ha utilizado en tratamientos para la artritis de forma que desinflama las articulaciones.